viernes, 28 de mayo de 2010

Leprosy Discografia (Mexico)

Leprosy es una banda mexicana del género thrash metal liderada por el Ex-Transmetal Alberto "Thrash" Pimentel.

La banda inicia a mediados de 1991 como un proyecto en solitario de Alberto "Thrash" Pimentel con el Nombre de Leprosy, que para ese entonces tenía a Angel Cárdenas (batería) y Hector Humphrey (bajo). Como integrantes con esta alineación grabaron Wicked Reich con la ya desaparecida editora "Avanzada de Metal" en 1992, el disco contenía nueve canciones (todas ellas en inglés excepto la instrumental Cirrosis) para 2 años más tarde editar el mismo material pero en español. La banda toma un periodo de hibernación de más de 6 años por el regreso de Alberto "Thrash" Pimentel a su antiguo grupo Transmetal.

Es en febrero de 1998 cuando inicia la historia del actual Leprosy, que acababan de editar su segundo Cd. Coincidiendo con el baterista Felipe Chacón (Inquisidor), en busca de un segundo guitarra y un bajista, contactan a Julio Marquéz, ex-guitarrista de (Ramses) que también ya era historia y con Mario Amador que estaban tocando juntos en una banda de covers.

Rápidamente graban su “primer” Cd, bajo la disquera de Discos Denver, el que ve la luz a mediados de ese mismo año, bajo el nombre de Llora Chiapas, el disco es muy crítico y fue grabado en honor al levantamiento indígena de Chiapas.

Llora Chiapas, es un disco bastante distinto a los de la época por críticar el levantamiento indígena de Chiapas.

En el año 2001, sale a la luz el disco Devorando Sueños donde se incluyen dos rolas con la participación de Kenny la de los Eléctricos. (Rasgo su Piel y No Podrán Parar el Tren) también un cover de la banda (V8) y una rola en vivo del mismo álbum, muy buen disco a la altura del Thrash Metal acostumbrado.

En el 2002 salen de la banda Julio Marquez, Felipe Chacon y Mario Amador. Para integrarse los siguientes elementos, Baudell Ayala al bajo, Alex Sistem a la guitarra líder, Alejandro Medina a la batería y claro Alberto Pimentel a la voz y a la guitarra. Con esta alineación en el 2003 graban el disco La Maldición, con covers de bandas como: Death (Forgotten Past) Enigma (Bajo el signo de Acuario) Espectros Terroristas (Garrobos) y de Plasmatics (Rock and Roll) y claro también rolas del mismo Pimentel con un exquisito ritmo, en este disco también participa en los coros Duan Marie (Anabantha) en las canciones La Maldición y Confeso.

En el 2004 sacan un disco de éxitos con lo mejor de Leprosy hasta el momento, A Través de los Tiempos.





DISCOGRAFIA


Wicked Reich [1991]




Encounter With Death
Overdose
Mortal Vice
Cirrhosis
Denigration And Corruption
Wicked Reich
Nocturnal Tormentor
Alcoholic At 13
2000 Guns Due


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Reino Maldito [1994]



Reino Maldito
Tormento Nocturno
Cirrosis
Vicio Mortal
Alcohólica a los 13
Sobredosis
Encuentro con la Muerte
Denigración y Corrupción
2000 Fusiles Vencidos


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Llora chiapas [1998]



Llora Chiapas
Residentes Olvidados
Mírate al Espejo
Golpe Bajo
El Antídoto
A Tomar las Armas
Héroe Falso
Monumento a los Caídos
Sobrevivientes
Cuba Libre


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Rey de las Bestias [1999]



Tormento Nocturno (Leprosy)
Palacio Negro (Inquisidor)
Rey de las Bestias (Ramses)
Dios nos Agarre Confesados (Transmetal)
Nocturnal Torment
Black Palace
King of the Beast
Dios nos Agarre Confesados


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En concierto volumen 1 [2001]



Palacio Negro
Golpe Bajo
Devorando Sueños
Mírate al Espejo
El llamado de la Hembra
Rey de las Bestias
Residentes Olvidados
Muerte Violenta
Dios nos Agarre Confesados
A Tomar las Armas


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En concierto volumen 2 [2001]



Tormento Nocturno
Sobrevivientes
Monumento a los Caídos
El Mito de la Sangre
Reino Maldito
Fariseos
Llora Chiapas
Killers
No Podrán Parar el Tren
Escupes la Daga


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Devorando Sueños [2002]



Rasgó su Piel
Me Rescatas de las Sombras
Devorando Sueños
Escupes la Daga
Cuando mis Ojos se Cierren
No Podrán Parar el Tren
Resplandor Infame
No Juegues con la Vida
En Busca de la Verdad
Aguas de Muerte
A Través de los Tiempos (V8 Cover)
No Podrán Parar el Tren (Live)


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La Maldicion [2003]



Forgotten Past
La Maldición
Bajo El Signo De Acuario
Confeso
Fila De Muerte
Espectros Terroristas
Rock and Roll
Rebelión
Vuelan Mis Neuronas
Resiste


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A traves de los Tiempos [2004]



Héroe Falso
Cuando Mis Ojos Se Cierren Para Siempre
Tormento Nocturno
Bajo El SIgno De Acuario
Residentes Olvidados
La Maldición
Resplandor Infame
Escupes La Daga
Mírate Al Espejo
A Través De Los Tiempos
No Podrán Parar El Tren
Confeso
Dios Nos Agarre Confesados
Resiste


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Tambores de Fuego [2006]



Tambores de Fuego
Cementerio del Desierto
Sangre de Cristo
Histeria
Rascando mi Mente
Suicida
El Llanto de la Tierra
Cáncer
Elegido por los Dioses
Tributo


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Discografia e informacionRobbie Te Rabbit

jueves, 20 de mayo de 2010

ME DICEN LA NARCOSATANICA - SARA ALDRETE

SARA MARIA ALDRETE VILLARREAL
Entrevista tomada de la revista Marie Claire del mes de julio del 2004


SARA MARÍA ALDRETE VILLARREAL
39 AÑOS
“ Yo era una estudiante modelo, ganadora de reconocimientos y medallas en una escuela de Artes y Educación Física; con una familia amorosa y el futuro esplendoroso de quien tiene 24 años.”
¿ En que momento comenzó la pesadilla que culminó en una sentencia de seiscientos cuarenta y cinco años en prisión, acusada de las cosas más atroces y señalada por la sociedad como “ la amante del diablo ?”....ni ella misma se lo explica.Resulta difícil reconocer en esta mujer de sonrisa y cuerpo de modelo, a la jovencita aterrada que hace más de quince años, acaparó los titulares de uno de los sucesos ya legendarios de la nota roja en México, involucrada con la banda conocida como los Narcosatanicos, fué acusada de trece homicidios perpetuados con crueldad extrema, descuartizamiento de cadáveres y brujería.

Sara había entablado una relación con Adolfo de Jesús Constanzo, lider de la banda y sabía que practicaba la santería, sin embargo aduce que desconocía las actividades delictivas de su pareja, cuando la policía lo descubrió, él la secuestró y la forzó a acompañarlo en su huida.De hecho fué gracias a sara que la policía los pudo ubicar debido a que desde su encierro arrojó una nota de ayuda a un transeúnte.

" El me tenía amarrada a una cama cuando llegarón los uniformados y comenzó la balacera.Cuando acabó, pensé que mi calvario había concluído, pero me equivoqué,resultó que adolfo se había "suicidado " con más de cincuenta balazos y las acusaciones recayeron en mí.

ahí comenzó el otro tormento para que confesara, a punta de choques electricos para que me aplicaban sobre el cuerpo mojado y dentro de la vagina y que me hacían convulsionar, violaciones tumultuarias, y golpes que me dejano huesos quebrados, padecimientos crónicos y la incapacidad de ser madre.

Encima de todo en los medios se confundió el terminó de santería con satanería y la condena social fué brutal.
Entre el increíble dolor físico y la presión sicológica, “ me sentía como una muñeca rota “ dice Sara al recordar....

Sin embargo, Sara no se rompió.Estuvo a punto , pero en medio de toda aquella vorágine, decidió que no iba a perder su esencia porque estaba segura de su inocencia y de sus principios;
estaba convencida de que la justicia prevalecería. Además, hizo un hallazgo sorprendente:“ Descubrí que contra todos los pronósticos, ¡” yo era una persona con alegría de vivir “ ¡

Y qué entre las púas, las rejas, los muros, al alzar los ojos ahí estaba el cielo.
La carcel me regaló a mí misma.Así comencé a llenar mis dias de pasión y de esperanza.

Empecé a escribir y mis relatos han ganado premios en certámenes literarios.

Publiqué “ Me dicen la Narcosatánica “
es mi historia.
Tambien pinto.
Siembro arboles que crecen con los brazos extendidos al cielo,
trabajo duro en las labores del reclusorio, tengo una pequeña empresa de comida y
amo de tiempo completo a mi familia, que no me ha abandonado ni un instante.
¿ El amor de un hombre ? lo he tenido aún aquí dentro.Finalmente creo que he dejado a un lado el egoísmo.
Esa ha sido una gran lección,
“ no aceptaría encadenar a alguien que me ame, a mi destino“.

No hace mucho. Sara solicitó la revisión de su caso.
Los más de seiscientos años de condena se redujeron a 50, de los que han transcurrido quince.
Sara lo festejó a lo grande, con pastel música, y una gran fiesta con sus compañeras.

“ Tenía que celebrar los quince años de SARA MARIa ALDRETE VILLARREAL,
la narcosatanica quedó atrás, tengo fé que si no salgo hoy saldré mañana.
Ese día voy a tirar una piedra a la puerta de la cárcel y le voy a gritar:
“ No me venciste, pude más que tú “.
Luego le voy a dar la espalda
y me voy a ir muy lejos para no volver jamás a este lugar “.SARA ALDRETE

ME DICEN LA NARCOSATANICA
En su libro ME DICEN LA NARCOSATANICA...Sara utiliza un estilo muy agil y fresco, en una narrativa dramatica y dolorosa que envuelve al lector y lo transporta hasta el mismo lugar de los hechos, mostrandonos momentos dificiles y dramáticos para ella.....
es un acercamiento al pasado, es tal vez el único nexo real que existe entre la actualidad y los hechos pasados....

Es la historia de un grupo organizado y operando en el país 3 años antes de que SARA se viera involucrada con ellos, ese grupo comandado por un cubano-americano Constanzo, de dudoso pasado en su natal Miami; tendió sus redes hacía una joven Matamorense, exitosa en los deportes, excelente estudiante, intachable y amorosa hija y hermana y amiga.
haciendole creer que el destino los había puesto en el mismo camino, como si fuera una historia de amor.
Fué mucho de misterio y sorpresa lo que logró que Sara se llegará a involucrar con tan nefastas compañías que siempre a base de engaños y una doble vida de ellos, le hicieron creer que el destino los había únido, sin ella imaginarse que se estaba fraguando su propia destrución........
La perdida de su libertad, y el inicio de un infierno .......
El lector verá pasar ante sus ojos gracias a un estilo agíl en la escritura, hechos verdaderamente atemorizantes......
ME DICEN LA NARCOSATANICA
escrito por SARA MARIA ALDRETE VILLARREAL
ES UN TESTIMONIO VIVIENTE

ADOLFO DE JESÚS CONSTANZO El "Padrino" mexicano


ADOLFO DE JESÚS CONSTANZO
El "Padrino" mexicano


Desde el rancho de Santa Elena, (ciudad fronteriza de Matamoros, México), Adolfo de Jesús Constanzo y su banda transportaban semanalmente una tonelada de marihuana al país vecino, el lugar no era sólo un centro de distribución de drogas. En 1989 fueron acusados de asesinar a más de una docena de personas durante unos rituales de un culto afroamericano. Habían convertido el rancho en una verdadera casa del terror.

La policía detiene en un rutinario control la camioneta de uno de los miembros del rancho, encuentran restos de marihuana y una pistola, por lo que es detenido. Tras unas horas de interrogatorio confiesa su pertenencia a una secta de magia negra que utiliza el rancho para realizar sus sacrificios rituales con seres humanos, además del narcotráfico.

La policía va a registrar el rancho, hallando allí otros 110 kilos de marihuana... y algo mucho más macabro: un caldero de hierro de hedor pestilente que contiene sangre seca, un cerebro humano, colillas de cigarros, botellas vacías de aguardiente, machetes, ajos y una tortuga asada. Alrededor de la casa, una fosa común con 12 cadáveres descuartizados, a los que se les había extirpado el corazón y el cerebro.

Los agentes de la policía detienen a un grupo de personas implicadas, quienes confiesan haber matado a esos individuos por orden del "Padrino" Adolfo de Jesús Constanzo, de 27 años.

Constanzo comienza a vender sus productos de magia. Su excelente reputación entre las altas esferas le sería debida a los poderes mágicos que le eran atribuidos, al misterio que continuamente le rodeaba y a su carismática personalidad.

Ávido por obtener más poder, comienza a efectuar sacrificios en sus rituales para dar mayor espectáculo, siempre ayudado por una joven que se convertirá en su musa y amante, Sara Villarreal. Sara se convierte en gran sacerdotisa del culto y participa activamente en todas las sangrientas ceremonias, además de reclutar a nuevos miembros y explicarles las actividades.

Adolfo convence a los demás de que tendrán el poder de hacerse invisibles y más si siguen al pie de la letra sus instrucciones: confeccionando un caldero mágico con unos ingredientes especiales en los ritos de Palo Mayombe, como son la sangre y algunos miembros humanos mutilados, preferentemente cerebros de criminales o locos, a ser posible de hombres de raza blanca, pues supuestamente estos son más influenciables por el verdugo.

El rito termina cuando los participantes beben la sopa del caldero formada con la sangre de la víctima, su cerebro y los demás elementos... lo cual les dará todo el poder que deseen. Los detenidos revelaron la existencia de otra sede del grupo en otras ciudades mexicanas.

A partir de ese momento, la policía los busca incansablemente, Constanzo intenta negociar con ellos, ya que gente importante pertenecía a su secta... pero fue en vano. Constanzo y sus más cercanos seguidores deciden esconderse en una mansión de un Obispado. Al poco tiempo son descubiertos, y tras haber hecho un pacto de suicidio mutuo si no logran deshacerse de los policías, se encierran en un armario ordenando a otro seguidor que dispare. La policía detiene a 3 de sus seguidores.

Según las declaraciones de Sara, desde que conoció a Constanzo, mantuvo una doble vida: una chica normal con sus amigos y familia, y una fría asesina por otro.

Ella misma se dedicaba a torturar a alguna víctima. Delante de los demás miembros del culto, ordenaba que se colgase del cuello a la víctima, con las manos libres para que pudiese sobrevivir agarrándose a la cuerda. Luego lo sumergía en un barril de agua hirviendo, mientras le arrancaba los pezones con unas tijeras.

Confesaría además otros crímenes brutales, como mantener a la víctima con vida tras cortarle el pene, las piernas y los dedos de las manos; abrirle el pecho de un machetazo y agarrarle el corazón sin desprenderlo, morderlo a dentelladas mientras el moribundo lo mira agonizando...

Más tarde negaría su participación en los rituales, asegurando que el Padrino la retuvo contra su voluntad al haberse descubierto la matanza de Matamoros.


Por Héctor Hugo Jiménez

Reynosa, Tamaulipas

En su libro titulado "Me dicen la narcosatánica", Sara Aldrete Villarreal hace una cruda autodefensa de su no participación en los hechos sangrientos que se descubrieron en 1989 en el rancho Santa Elena de la fronteriza ciudad de Matamoros, Tamaulipas, donde se hallaron 13 cadáveres descuartizados; narra cómo y cuándo conoció al cubano-norteame-ricano Adolfo de Jesús Constanzo, apodado "El Padrino"; descarta que ella fue quien lo ejecutó a balazos el 6 de mayo de 1989 en un departamento de la colonia Cuauhtémoc en el Distrito Federal cuando fueron encontrados por la Policía Judicial después de un mensaje de auxilio que, según dice, tiró en la calle ese mismo día.

En las 200 páginas del libro escrito en el Reclusorio Femenil Oriente, la autora casi omite el caso del secuestro y posterior hallazgo del cuerpo del estudiante estadunidense Mark Kilroy en el mismo rancho cuyas pesquisas llevaron a descubrir a una banda delictiva; acepta conocer los detalles del asesinato de un travesti cuyo cuerpo fue hecho literalmente picadillo el 17 de julio de 1988 por "El Padrino" y Martín Quintana, uno de sus sus "ahijados"en una casa de la Ciudad de México. Y sobre la muerte de Gilberto Sosa de manos de "El Padrino", uno de los sepultados en el rancho.

Sara Aldrete Villarreal describe paso a paso los últimos días, horas y minutos de la vida de Constanzo y reitera que fue secuestrada por él; con lujo de memoria detalla los duros interrogatorios, violaciones y las torturas por parte de elementos de las corporaciones policiacas. Va y viene en los tiempos: desde su niñez, sus años de estudiante, su primer casual encuentro con "El Padrino" en una avenida de su natal Matamoros.

La bautizada como "La Madrina" y "La Sacerdotiza", entre otros apodos, se deslinda de los "ahijados" de culto de Matamoros - Serafín Hernández García, David Serna Valdez, Elio Hernández y Sergio Martínez-, acusados de participar en los horrendos asesinatos, junto con ella y con el resto, de las 13 personas que fueron enterradas en el rancho Santa Elena; no relaciona a Adolfo con actividades del narcotráfico. Y en su despedida, en la página 158 del libro aclara: "A todos los que me metieron en la cárcel, no les dedico ni les agradezco nada. Pero les deseo que desconozcan la tranquilidad del sueño. Es el deseo de una bruja: la que us-tedes inventaron".

En las primeras páginas, Sara hace un reclamo a los medios de comunicación que han relatado "a grandes razgos" su versión de los hechos. Por eso, dice, se decidió a escribir con su puño y letra -de enero de 1999 a marzo del 2000- "mi verdad de los hechos", desde que conoció a Adolfo de Jesús Constanzo a finales a julio o principios de agosto de 1987, cuando manejaba su automóvil en la avenida Alvaro Obregón cerca de las ocho y media de la noche. Un encuentro forzado, casi obligado por "El Padrino" que iba junto a Martín Quintana en un lujoso auto con placas de Jalisco y quien se presentó como un "un santero, un brujo". Su religión.

Así comenzó su pesadilla, relata Sara. Ambos hicieron química ya que a ella, desde muy niña, le gustaba la brujería. Relata sus encuentros con una señora a quien iba a visitar con frecuencia y que leía las cartas y hacía brujería a sus clientes. Y sobre sus idas constantes al panteón muni-cipal de Matamoros que se localiza muy cerca de la casa de sus padres. Porque le atraían las tumbas.

Sara cuenta que el 10 de abril de 1989 hizo un viaje en avión desde McAllen, Texas, a la Ciudad de México y, que al salir de la sala de vuelos internacionales, la estaban esperando "tres guardaespaldas" de Adolfo.

Ya en un departamento de la calle Jalapa 51, dice: "Se me acercó Martín, quien a manera de explicación, del malhumor de Adolfo, me contó que Elio había metido la pata y que los habían involucrado en un lío muy gordo... Que Elio se había pasado un retén de inspección. Que había tratado de esconderse en el rancho de sus parientes (el Santa Elena), y que los federales lo habían agarrado".

Se refería a la captura de la banda de Matamoros, cuando hubo una movilización que todavía se recuerda, por la búsqueda de joven estudiante Mark Kilroy, quien había sido secuestrado, según las primeras investigaciones. La televisión y los periódicos ya habían publicado las fotografías de Sara y de Adolfo como las cabecillas de una banda de narcosatánicos. Junto con Martín Quintana, Alvaro de León "El Duby", Omar Francisco Orea Rocha y otro miembro del grupo, comenzaron la huída que tuvo su final trágico casi un mes después, el 6 de mayo de 1989.

- ¿Qué pasa? ¿Es cierto lo que dicen?, preguntó Sara a Adolfo. -Nunca lo entenderás. Nunca. Pero -quiso bromear sobre su foto-, ¿por qué pusieron ésa? Si hay otras mejores- hizo un esfuerzo y consiguió reírse. - ¿Trece muertos? Uy, y todavía faltan -me miró y me dijo-: No es cierto, sólo es broma. Vamos, ríete un poco. Quita esa cara de susto.

Sara menciona los alardes de seguridad, en esas horas, de "El Padrino" quien decía que nada tenía que ver con los asesinatos y acusaba al "gobierno" de relacionarlo en los hechos. "Tu vas a estar conmigo hasta el fin de mis días", le decía.

- Se salió del cuarto como demonio. Hablaba y hablaba. Me dejó encerrada. Busqué la forma de escaparme por las ventanas, pero estaban protegidas con herrería. Y estaba muy arriba como para brincar al vacío. Me había matado. Preferí vivir una muerte insegura y, además muy lenta.

Vomitaba, cuenta. -Quiero ir al baño, por favor- le miré suplicante. Me llevó del brazo y me introdujo al sanitario. La ventana era tan pequeña que ni de chiste entraría mi cabeza. Me quedé como estúpida, sentada en el excusado. Es un sueño terrible.

La autora recuerda que empezó a rezar las oraciones católicas que su madre le había enseñado de niña. "El ángel de la guarda".

Sara menciona, con lujo de memoria, cuando Martín le comentó sobre los hechos en Matamoros: "Adolfo no entiende lo que está pasando en Matamoros. Ya ves que agarraron a sus ahijados de allá y los tienen bien madreados. Y, pues, ve a saber qué tanta mentira les hayan hecho hablar. El Padrino dice que todo se va a aclarar y se va a saber la verdad. Y pues como que hay muchos que ni les conviene salir a la luz pública, ¿no?".

En la página 33, la autora del libro dice que le "cuesta mucho trabajo hablar" de Elio Hernández, de David Serna, de Sergio Martínez y de Serafín Hernández. Los tres últimos quienes purgan condenas en la pe-nitenciaría de Ciudad Victoria, Tamaulipas. Pero sentencia: "En cierta forma, me siento culpable de haber presentado a Elio con Adolfo". Todo empezó una tarde en un restaurante en Matamoros. Después, Elio fue a la Ciudad de México donde, con un rayado en su cuerpo, se integró a la banda. El rito fue en una residencia de Las Alamedas, en el Estado de México, después cateada por los judiciales y donde se encontró dinero, centenarios, artefactos y cuartos color negro donde se practicaba de brujería.

"Cuando Adolfo llegaba a Matamoros nunca me decía si estaba viendo a Elio o a alguno de los muchachos que ahora son mis coacusados. Sólo hablaba de sus ahijados de manera general como cuando lo conocí. Y en dos ocasiones, la última antes de venirme a México, como ya dije, supe que le hacía 'trabajos' a Elio en contra de sus enemigos", escribe Sara.

Y agrega: "Ellos cuatro (Elio, Serafín, Sergio y David) creyeron en una religión que los protegería y los ayudaría a vivir con éxito en sus estudios, trabajos y con su familia. ¿Y cuál fue el resultado? Que en abril de 2000 cumplirán, cumpliremos, 11 años de estar encarcelados".

En su huída, relata, se le unió María del Rocío Cuevas, mejor conocida como Karla, y en cuya casa de la Ciudad de México también estuvieron escondidos. Como en Oaxtepec, Morelos. En otra de las escalas. Más adelante cambia de tiempos, cuando ya arrestada fue llevada hasta donde estaba el cuerpo de Adolfo: "Quién diría que días más adelante, estaría frente a su cuerpo frío, baleado y abierto, buscándole precisamente el corazón".

- Sácale el corazón a tu diablo. Mete las manos y búscalo. Aquí está tu príncipe. Búscalo y trágatelo. Bruja desgraciada. Mataniños. Te vamos a quemar culera-.

Era la orden de un policía judicial. Así de textual.


Sobre Adolfo de Jesús Constanzo escribió: "Lo conocí amable, cariñoso, y en ocasiones actuaba como un niño tierno y desprotegido. Absolutamente diferente del sujeto que me disparaba con una metralla de letras que dolían y lastimaban. No sé cuántas veces me mató. No sé cuántas veces morí".

En la página 46, por primera vez Sara saca a relucir el asesinato de Ramón Paz Esquivel, alias la Claudia Ivette, un obeso travesti cuyo cuerpo fue despedazado por "El Padrino" y Martín Quintana en 1988. - No, no tiene por qué salir nada de eso. Jorgito está bien amenazado pa' que no abra la boca. Además fue en su depa, en la tina de su propio baño. Yo creo que ese cabrón no volvió a bañarse allí, después de como le dejamos atascado hasta las paredes.

El cuerpo de la víctima fue hecho pedazos, y en bolsas negras de plástico se tiró en un solar rumbo al Ajusco. Por esa muerte Jorge Montes -exmodelo, brujo y dueño de la casa-, y Juan Carlos Fragoso -testigo del acto, exempleado de Aeroméxico y afecto a la santería -, fueron detenidos junto a los miembros de la banda. "El Duby" se encargó de llevarlos a tirar las bolsas al terreno.

Sobre los viajes de Constanzo a Matamoros, Sara menciona: "Adolfo no permanecía mucho tiempo en Matamoros. Iba y venía con frecuencia de Matamoros a la Ciudad de México. Tenía que atender a sus ahijados de la capital sin desatender a los de allá. En ocasiones Martín se quedaba en Matamoros uno o dos días más y regresaba a México". La autora, sin embargo, no detalla más sobre el motivo de esas visitas.

Ya detenidos, Omar Francisco Orea Ochoa, le contó a Sara que fue infectado con el virus del Sida cuando le hicieron los exámenes clínicos. - Cuando me lo contó, nos encontrabamos en la puerta del pasillo, esperando entrar a audiencia, en el juzgado 58 Penal, en el edificio antiguo, a un costado del juzgado 25. - Ahí me chingaron, flaquita. Me metieron el virus del Sida. Yo no tenía Sida.

La autora del libro menciona cuando, por su voluntad, entró al grupo y aceptó que fuera rayada en su cuerpo para, según, "El Padrino", fuera protegida de todo mal.

"Pues me vas a ayudara hacer unos trabajitos que tengo pendientes. Necesito a alguien como tú. No debes tener miedo. Todo va a salir bien... Te voy a llevar al cuarto del muerto.", le dijo Constanzo. "Adolfo me esperaba todo vestido de blanco y con todos sus collares puestos. Se veía increíblemente guapo y enigmático.

- Sara, esto que te voy a hacer no se lo debes decir a nadie. No debes contar lo que veas o alcances a ver, pues va en contra de la religión. Es un bautizo para que nadie te pueda hacer daño. Se va a sacrificar un animal. No quiero que te asustes, pero es algo que debo hacer-. Sara vió dos costales, uno de gallos y otro con un chivito. Sólo eso, según su verdad. Ella estaba vestida de blanco. Después del rito estaba llena de sangre en el pecho, manos y piernas.

Sara califica de "absurdas" las declaraciones judiciales sobre los 13 cadáveres descuartizados en el rancho Santa Elena: "El primer absurdo es que de una sola vista del cuerpo putrefacto e hinchado, lleno de tierra, sin columna vertebral, en posición cúbito ventral, era el cuerpo (sin tocarlo ni voltearlo para identificarlo) de un hombre de nacionalidad norteamericana, el de Mark Kilroy.".

"Que, por casualidad, era la persona que andaban buscando, totalmente presionados por el gobierno estadunidense... Ignoro cómo llegó el cuerpo ahí ni cómo llegaron los demás cadáveres. Pero es probable que la Judicial Federal de entonces pudo haber sabido, según sus dichos. En la actualidad seguimos detenidas seis personas supuestamente involucradas en el Caso Matamoros".

Sara hace memoria sobre un diálogo de Adolfo con Martín.

- En parte creo que viene por la desaparición del tal Mark, el gringo. No sé muy bien, pero creo que lo raptaron de alguna corporación para bajarle lana. No ves que estaban en el famoso spring break o ¿cómo se dice, flaca? Bueno, en eso de las vacaciones antes de la Semana Santa que les dan en el lado gringo. El caso es que parece que el tipo desapareció cuando una persona lo subió a un carro o a una camioneta-. Dijo Constanzo. Cuando Elio fue arrestado le quitaron la camisa, vieron sus rayas, sus collares; le pidieron se los quitara y él se negó, porque su padrino lo protegía. Elio mencionó el nombre de Adolfo, que era santero. Una historia perfecta de horror.

Sara continua: "Como a mí me consideraban su pareja, yo era la madrina de quién sabe cuántos (sólo lo fui de Elio). La sacerdotiza. Eran tan absurdas estas conjeturas que, en principio, Constanzo creyó que mediante sus influencias conseguiría aclarar todo. Se presume que Adolfo empezó a huir porque algunos ahijados de la Federal le dieron el pitazo".

La autora del libro hace memoria del momento cuando fue llevada a ver el cuerpo de "El Padrino". Estaba abierto desde la parte baja del vientre hasta la clavícula, en forma de una "Y". El cráneo semejaba una tapadera. Tenía la piel del pecho levantada, como si estuviera quitándose un suéter. Tenía algodón en los ojos, nariz, boca y oídos. Estaba hinchado, pálido, agujereado de la cabeza a los pies.

- Tu lo mataste -dijo en tono firme y acusatorio uno de los agentes.- Bésalo. Acuéstate -y me obligaron a recostarme a su lado. A poner mis labios sobre el algodón de los suyos. -!Trágatelo! !Cómetelo, cabrona! !Cómete el cerebro de este puto! ¿Así se los tragaban, culeros? - No, no señor. Ya no me hagan esto. Los diálogos, así de duros, abundan en las páginas.

Sara dice que Adolfo presumía de ganar mucho dinero por sus servicios. Vestía y tenía buenos carros, buenas casas, buenos amantes. Porque era bisexual y tenía relaciones con Martín y con Omar. Ese fue uno de los motivos, agrega, por lo cual siempre se negó a ser su esposa. Era su compañera, su novia.

Ya en el departamento de Río Sena, en la colonia Cuauhtémoc, donde se desató la balacera y ella fue detenida junto con sus compañeros, Adolfo le pidió a Karla que cambiara dinero, que iba a necesitar tres millones de dólares y que las piedras preciosas las iba a seguir guardando, por si acaso.

- Qué barbaridad Adolfito. Donde sí te robaron tremendamente fue en la casa de Las Alamedas. Ahí tenías mucho dinero y las barras de oro. ¿O pudiste sacar todo? -preguntó Karla. Adolfo respondió que lamentaba no haber sacado los libros de contabilidad. Donde estaban los nombres de sus clientes y sus adeudos. Nombres de artistas se mencionan en el libro, entre otros, de Lucía Méndez, Yuri, Oscar Athie, Irma Serrano, Alfredo Palacios y una larga lista de personas.

En un momento, "El Padrino" se refirió al Caso Matamoros y a otro asesinato, en voz de Sara: "Mi salación fueron los de Matamoros. Yo no debí pisar Matamoros. Coño, no debí. ¿Me creerías si te dijera que me obligaron a matar por deudas ajenas o por venganza? Maté a Gilberto Sosa, otro de tus pretendientes, pero lo matamos por una deuda. O tú ¿qué piensas? Ya no puedo pensar bien. Pero estos hijos de puta no me van a agarrar así tan fácil". Adolfo pensó hacerse cirugía plástica y pidió, sigue en su relato, la ayuda de Sara. Con ese cometido -buscando a un doctor- Sara empezó a salir del refugio. Y planeó el descenlace.

Adolfo, de esa forma, aceptó ante Sara haber asesinado a Gilberto Sosa, que en ese entonces tenía 40 años de edad. Uno de los encontrados descuartizados en el rancho Santa Elena.


Sara, en la página 135, reitera que ella no disparó en contra de Adolfo y de Martín, encontrados muertos dentro de un closet: "Ellos estaban vivos cuando yo abandoné el departamento. Los mataron en la detención. Y no los mató Alvaro. Tal vez la verdad nunca se sepa".

El 6 de mayo de 1989 está claro en la mente de Sara. Adolfo estaba enloqueciendo. Llegó al departamento con cuatro pa-saportes falsos (los de ambos y los de Omar y Martín). Dijo que los boletos de avión ya estaban reservados para el día si-guiente. Que sus ahijados -sin decir nombres- le recomendaron salir de México.

- Los de Matamoros dijeron que ellos habían matado a toda esa gente bajo mis órdenes; hasta describieron la muerte de cada uno de ellos. Dijeron que usaban las columnas vertebrales como collares-. Decía Adolfo.

La autora, recuerda, esperaba una señal que le permitiera huir. Con una pluma y en un pedazo de papel blanco escribió: "Por favor llame usted a la judicial y dígale que en este edificio están los que ellos andan buscan... deles la dirección 4 piso... dígales que a la mujer la traen de rehén. Se lo suplico por lo que más quiera. Hable ya o la van a matar a la muchacha". Ese mensaje, aclara, así de textual, está anexado al expediente de donde Sara lo copió.

El papel lo tiró por una ventana del departamento de Río Sena. Fue recogido por dos empleados de un negocio de lavado de alfombras. Comenzó el final. De rato volaban helicópteros por encima de los edificios, había hombres con armas en las azoteas y empezó la balacera. Fuego cruzado cuando Adolfo, Martín, Omar y Alvaro se defendían.

- Y enmedio de la nada surgió la guerra. Era como estar enmedio de dos países en conflicto. Estruendos. Balazos. Explosiones. Gritos. Me tapaba los oídos. La cara. Me tiré al piso... Una bala me rozó el cabello. Se incrustó en la pared. Escribe Sara. Por las ventanas volaba dinero. Billetes y centena-rios sobre las banquetas. Adolfo les ordenaba. Mientras "El Duby" quemaba fajos de billetes en la estufa.

El 12 de mayo de 1989 Sara y el resto del grupo ingresó al Reclusorio Oriente Femenil. Después pasó al Reclusorio Preventivo Femenil Oriente. El expediente de su verdad consta de 26 ó 28 tomos. El 30 de abril de 1994 fue sentenciada a 62 años de cárcel por su participación en los 13 homicidios del rancho Santa Elena y por otros delitos. El 31 de octubre de 1995, en apelación, se confirmaron las penas y hubo modificaciones por los homicidios. En total: 647 años y 5 meses en total. Pues por cada homicidio calificado fue condenada a 47 años y seis meses.

Meses después le disminuyeron la pena, primero, a 62 años y luego a 50 años, al igual que las sentencias de Serafín, David y Sergio. Un amparo que le fue concedido en 1995 todavía no se resuelve.

- Estos son mis recuerdos. Los que creí haber velado y sepultado, pero fui descubriendo que aún estaban frescos, tan reales, que escribirlos fue como volver a escupir sangre. Y concluye: "Desenterré a mis muertos. La cárcel es como estar en una cripta, pero sin estar muerta, en espera del Juicio Final".

martes, 18 de mayo de 2010

Discografia+Tributos: La Barranca

Origen LBLa Barranca surge de manera informal a finales de 1994, cuando el guitarrista José Manuel Aguilera y el bajista Federico Fong se juntan en la Ciudad de México para grabar algunas canciones en una grabadora de cinta de 4 canales. Las canciones ahí grabadas (Al Final de la Playa, Los Muertos, El Sur y Tu Boca) señalan a los músicos la posibilidad de una ruta nueva, de un sonido diferente que los impulsa a trabajar más piezas en esa dirección.


José Manuel y Federico habían tocado juntos por primera vez en un escenario al lado del Doctor Fanatik en 1992, en un proyecto de música y performance llamado La Suciedad de las Sirvientas Puercas. De corta duración, este proyecto también representó la posibilidad de tocar con el baterista Alfonso André, con quien ambos ya habían trabajado por separado en diferentes ocasiones.

Al concluir esta banda, José Manuel invita a Federico a colaborar con Sangre Asteka, grupo con el que había grabado un disco homónimo en 1990, al lado del acordeonista Humberto Álvarez, y al que se incorpora Federico para darle vida en los escenarios. José Manuel y Alfonso André también continúan viéndose eventualmente y hacen música como dúo, aunque sin presentarse nunca en vivo.

Federico colabora así con Sangre Asteka hasta finales del 93. Pero el contacto con José Manuel permanece y es así que, tras la disolución de Sangre Asteka en el 94, los músicos se juntan para trabajar ese grupo original de canciones.

A estas se suman algunas otras que José Manuel había desarrollado por su cuenta en las etapas finales y posteriores a Sangre Asteka, entre las que se encontraban La Barranca y El Síndrome. Tras un periodo de composición que arroja temas como Reptil, Quémate Lento y Esa Madrugada Aguilera y Fong han acumulado suficiente material como para grabar un disco, y se avocan a esta tarea. Aun no tienen nombre para esta grabación ni para el grupo, ni se han presentado en vivo.

Para la realización de este disco era necesario encontrar a un baterista. Tras varios intentos y pruebas, José Manuel y Federico acaban por decidirse por su conocido colega, Alfonso André, quien se integra a la música de manera natural y entusiasta, dándoles a estas piezas el ingrediente final para que cobren vida.

El fuego de la nocheEs así como se embarcan en la producción de lo que sería El Fuego de la Noche. La grabación se realiza en Guadalajara, en la semana santa de 1995. Es ahí cuando, a sugerencia de Alfonso, la banda decide adoptar como nombre el de una de las canciones grabadas ese fin de semana, una que los convence de haber dado vida a una nueva entidad musical: La Barranca.

Es con este nombre como se presentan finalmente en el escenario del Bar Mata, en el centro de la Ciudad de México, en septiembre de 1995.

El proceso de terminación del disco es prolongado y aparecerá hasta mediados del 96. Para entonces los músicos han incorporado algunas piezas más, entre ellas El Alacrán, para la cual invitan a colaborar al violinista Jorge Cox Gaitán.

Cox graba también partes de violín en Akumal, otra de las piezas del disco y, cada vez que es posible, acompaña a La Barranca en el escenario.

Algo similar sucede con la cantante Cecilia Toussaint, quien graba varias armonías y arreglos vocales para el disco, y es también frecuente invitada en las presentaciones en vivo de la banda.

A su salida, El Fuego de la Noche recibe incontables reconocimientos y nominaciones. Es considerado como el mejor disco del año por la crítica de la publicación argelina La Banda Elástica. En México su impacto es similar, y las revistas especializadas de la época los incluyen unánimemente entre los mejores de ese año y a La Barranca como grupo revelación. Algunos años después el disco será también considerado entre los 50 mejores del rock en español, tanto por la revista La Banda Elástica, como por Switch de México.

Pero es la relación que establece el disco con el público y el efecto que tiene para la banda, como la piedra inicial de su trayectoria, la que lo vuelve aun más especial. El Fuego de la Noche es también pionero en la producción independiente, pues pese a licenciarlo después a varias compañías, la producción original del mismo es realizada por el propio grupo para el sello independiente Opción Sónica, hoy extinto.

Antes de la salida del disco, también, José Manuel y Federico son invitados por André y Saúl Hernández para grabar un disco en Los Ángeles, de lo que sería una nueva banda llamada Jaguares. Los músicos aceptan la invitación, a condición de continuar paralelamente con su trabajo con La Barranca. El resultado de esta grabación es El Equilibrio de los Jaguares, disco debut de la banda, que aparece en septiembre de 1996.

TempestadTras hacer giras por México y Estados Unidos en apoyo de ambos trabajos, para 1997 Aguilera y Fong deciden continuar exclusivamente con La Barranca. Para entonces se ha integrado formalmente a la banda Cox Gaitan. Y es así, como cuarteto, que la banda graba su segunda producción: Tempestad.

El disco se graba en la Ciudad de México en 1997 para BMG-Ariola. Aparecen en él las piezas primigenias de la asociación Aguilera–Fong, Al Final de la Playa y Los Muertos. Pero a estas se unen muchas más, compuestas específicamente para el disco, entre las que están Tempestad, Como una Sombra, La Caída y Día Negro. Esta última recibe, por única vez, cierta difusión radial e incluso genera un video. Acaba siendo una de las piezas más conocidas del grupo.

El disco es reconocido como Mejor del Año por la revista La Mosca, quien años más tarde lo incluiría también como uno de los primeros discos mexicanos en su sección central, La Nueva Música Clásica.

Pero el reconocimiento al disco se expande por todas las publicaciones. A mediados del 98 Día Negro da pie a un maxi-single que incluye varias versiones remezcladas por el pianista Alex Synteks. La Barranca empieza a realizar viajes al extranjero.

Rueda de los tiemposA mediados del 99 el grupo se embarca en su tercera producción, de nueva cuenta independiente y como trío, llamada Rueda de los Tiempos. El disco incorpora toda una variada gama de instrumentos a los arreglos, desde pianos hasta loops electrónicos, lo que le imprime diversidad a cada una de las piezas. Entre estas, algunas se vuelven definitivas en las presentaciones en vivo de la banda: Llueve, Paraíso Elemental, Estallido Interno y el danzón La Fuga de Rubén.

El disco nuevamente acumula reseñas favorables y La Barranca se establece como una referencia en el rock hecho en México.

Entre la larga lista de créditos, aparece el nombre de Alejandro Otaola, guitarrista del grupo Santa Sabina, quien desde hace algunos meses había venido colaborando con la banda en sus presentaciones en vivo. José Manuel y Alejandro habían coincidido en el escenario en algunas presentaciones de ambas bandas, y de ahí había surgido el interés por trabajar juntos.

En el 2001 La Barranca hace una pausa. Federico se va a radicar al extranjero y José Manuel Aguilera edita un disco de música instrumental, Yendo al Cine Solo. Para las presentaciones en vivo del mismo se conforma una banda con algunos de los participantes en el disco, entre los que está el propio Otaola, José Maria Arreola en la batería (quien había estado alternándose en las presentaciones en vivo de La Barranca con Alfonso André, desde la salida de Rueda de los Tiempos) y su hermano Alonso, en el bajo.

Es con esta formación de cuarteto con la que La Barranca entra al estudio para continuar su trayectoria, en una segunda reinvención.

La Barranca, DenzuraAsí, graban Denzura en el 2003, al que le sigue, en 2004, un EP de distribución exclusiva a domicilio vía internet llamado Cielo Protector. Ambos trabajos, de alguna manera relacionados, continúan desarrollando las búsquedas y hallazgos de La Barranca, e incorporan las aportaciones musicales de los nuevos integrantes. De ahí se desprenderían un par de videos (entre ellos el de Animal en Extinción, que contó con la participación del actor Daniel Jiménez Cacho).

Los discos continúan generando respuestas altamente positivas en los medios especializados. La Barranca visita ciudades de México y Estados Unidos y viaja a Francia. Con los hermanos Arreola y Alex Otaola, La Barranca adquiere una nueva continuidad y sus presentaciones en vivo se convierten en plataforma para el virtuosismo instrumental de sus integrantes.

En 2005, con esta misma formación, graban El Fluir, en la ciudad de Monterrey. El disco es grabado parcialmente en vivo en el estudio, con un mínimo de elementos adicionales. Considerado entre los 10 mejores del año por la revista Rolling Stone y como el Mejor del año por La Mosca, del disco se desprenden temas como Zafiro, El Fluir, Ser un Destello y Por Donde Pasas, que rápidamente son incorporadas al repertorio en vivo de la banda. Así como Pare de Sufrir, de la que se graba un video.

La Barranca se presenta en el Festival Mexico Now, en la ciudad de Nueva York y también participa como invitada a la FIL en Guadalajara.

Andŕe, Fong, José ManuelEn el 2007, Alfonso André y Federico Fong retornan a La Barranca para una tercera reinvención de la misma. Así, nuevamente como trío y de manera independiente, el grupo se reúne en el Submarino del Aire, estudio de larga trascendencia para ellos, donde han sido grabados los discos Tempestad, Rueda de los Tiempos, Denzura y Cielo Protector.

En estrecha colaboración con Eduardo del Águila, responsable y coproductor de los tres últimos discos del grupo, Alfonso, Federico y José Manuel graban Providencia, el séptimo disco de La Barranca.



El fuego de la noche (1995)

Reptil
Akumal
Esa madrugada
El alacran
El elixir de la vida
Don Julio
El sindrome
Quemate lento
La barranca
El mezcal
El cometa
Ruinas
Cerca del fuego
Huitzilac
Chan chan

Tempestad (1997)

Dia negro
La caida
Tal vez ni Dios
El velo
El desafio
Belleza
El faro
La tempestad
Al final de la playa
El gran pez
Perla
Aeroplano
Los muertos
Como una sombra




La rueda de los tiempos (1999)

Deja vu
Caravana
Tambor
Paraiso elemental
Jardin del tiempo
Prisma
Marte
La fuga de Ruben
Llueve
Estallido interno
Vuelta interminable
Torneame
Dentro de un siglo
Fortin (F. Fong)
Bagdad
La vision 1

Denzura (2002)

Fascinacion
Animal en extincion
Hasta el fin del mundo
Donde la demasiado luz forma paredes con el polvo
La vision
No mentalices
Denzura
Montaña
La rosa
Madreselva
Minotauro
Kalenda maya




El fluir (2005)

Dormir sin miedo
Por donde pasas
El fluir
Zafiro
Pare de sufrir
Una tarde en la vida
Usumacinta
El destello
El cinturon de Orion
Rio
Hendrix
Si acaso hay vida

Providencia (2008)

Providencia
La expedicion
Nueva vida
Gira plena
Haiku
La huida
Inventa
Corsel
Una nota que cae
Malecon
Construccion
Atroz
San Miguel
Centella




Construccion (2008) + Tributos

Ka'an
Sol raro
Mujer sola con DVD
Brooklin
Pax
Reconstruccion
Origen
Picos gemelos
Arquitectura
Existen en ti
Poniente
San Petersburgo
Recorrido
Un cielo mineral
Uayeb
El trabajo en lo echado a perder
El principio
Ascension
Muro
Veladora
Alas
El retorno

Bonus
Perro en el periferico (Homenaje a Rockdrigo Gonzalez)
La banda del carro rojo (Homenaje a Los Tigres del Norte)


sábado, 1 de mayo de 2010

Mystica Girls (Mex) - Diluvio [EP] (2009)





Banda:
Sofia Renie - Vocals, Violin
Cinthya - Guitar, Backing Vocals
Jane - Bass
Alis - Drums




Mexico
Heavy Metal

Tracklist


01. Diluvio
02. Restos De Mi
03. Seguir Soñando
04. Danza De Las Mascaras
05. Cuanto Quieres

Descarguita