El 12 de agosto, el consejo supremo o Tlatocan mandó a un corredor por todo el Anahuac con su ultimo mensaje, el cual dice así:
Nuestro Sol se oculto,
Nuestro Sol se perdió de vista
Y en completa oscuridad nos ha dejado
Pero sabemos que otra vez volverá
Que otra vez saldrá
Y nuevamente nos alumbrara.
Pero mientras allá esté en la Mansión del Silencio
Muy probablemente reunámonos, estrechémonos.
Y en el centro de nuestro ser ocultemos
Todo lo que nuestro corazón ama
Y que sabemos que es gran tesoro.
Destruyamos nuestros recintos al principio creador
Nuestras escuelas, nuestros campos de pelota
Nuestros recintos para la juventud
Nuestras casa para el canto y el juego,
Que solo queden nuestros caminos,
Y que nuestros hogares nos encierren,
Hasta que salga nuestro nuevo sol.
Los papacitos y las mamacitas,
Que nunca olviden conducir a sus jóvenes
Y enseñarles a sus hijos, mientras vivan,
Cuan buena ha sido
Hasta ahora nuestra amada patria Anahuac.
Al amparo y protección de nuestros destinos,
Por nuestro gran respeto y buen comportamiento
Que recibieron nuestros antepasados
Y que nuestros papacitos, muy entusiastamente
Sembraron en nuestro ser.
Ahora nosotros ordenaremos a nuestros hijos
No olvidan informar a sus hijos
Cuan buena será,
Cómo se levantará y alcanzará fuerza
Y cuán bien realizará su gran destino
Esta nuestra tierra Anahuac.
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